Tirzo es un personaje contaminado de cinismo, neurótico implacable con el encanto de los antihéroes. En cada uno de los relatos de la vida del protagonista, Fernando Ortiz Lachica recalca el disparate que significa para él ser un académico universitario en un país como el nuestro, pero de una forma ligera y divertida.
Regocijado e incrédulo, el lector atestiguará las aventuras de un Profe vulgaris que no vacila en mostrar la burocracia institucional, la ausencia de escrúpulos y la indiferencia ante un sistema educativo que promueve el sálvese quien pueda.
Ortiz Lachica nos brinda una obra en donde lucen los atributos de un notable prosista de brevedades que logró un retrato honesto y agudo de la realidad, lejano de las modas y del ejercicio de la corrección política.