Este libro se compone de trece cuentos cortos que suceden en distintas latitudes. Su temporalidad es el presente o un futuro cercano apocalíptico; los protagonistas son ovejas descarriadas que, de un modo u otro, se ven obligadas a enfrentarse ante el espejo de sus vidas, de su muerte y de su locura.
Se trata de un compendio de cuentos extraordinario con una estructura elegante y efectiva, un impecable estilo narrativo y, en general, un manejo magistral del género. La escritura de Lina María Pérez es tan prolija como fluida y los protagonistas y temas de sus cuentos entrañables.
En este puñado de situaciones se revela la maestría de una mujer que entiende el cuento como un combate que se gana por nocáut, como quería Cortázar: todos sus personajes entienden que, a cada segundo de nuestra vida, nos enfrentamos, consciente o inconscientemente a la experiencia de la muerte y la locura.