Las Bisayas Occidentales captan a tres tipos de viajeros. El más común es el que llega atraído por la fabulosa White Beach (Boracay) y su animada fiesta. Los centros vacacionales, restaurantes, bares, masajistas y relaciones públicas caracterizan esta gran franja de arena. Los submarinistas cautivados por destinos subacuáticos de gran calidad, desde la isla de Romblón, al norte, a la de Apo, al sur, son el segundo tipo. El último son los viajeros que gustan de salirse de los caminos trillados, gente que afronta cientos de kilómetros de carreteras bordeadas por chozas para descubrir los encantos ocultos de la región. El senderismo de montaña, la exploración de cuevas, urbes con una animada vida nocturna, como Iloilo, una historia arquitectónica fascinante, centros vacacionales con encanto y oasis con comida exquisita son algunos de ellos. Quien quiera experimentarlo todo debe incluir en el equipaje una brújula, gafas y tubo de buceo, tapones para los oídos y pastillas para el mareo.
• Ver atardecer en White Beach, una de las playas con mayor fama de Boracay con una bebida en la mano.
• Bucear o hacer submarinismo con tortugas marinas en el colorido arrecife del santuario marino de la isla de Apo.
• Seguir el curso del agua azul verdosa del mantantial de Malumpati hasta su misterioso origen en la selva de Panay.
Incluye: Boracay, Kalibo, Roxas, Antique Province, Iloilo, Bacolod, Silay, Sugar Beach, Apo Island, Siquijor, Romblon Island.