La vida de un hombre no alcanza para explicar su música, pero en algunas
músicas puede cifrarse una vida.
Hay en el arte ciertas obras que adquieren su forma y se explican
mientras se hacen. En la música, esas obras suelen ser el resultado de
la improvisación, de la interpretación indeterminada y del azar
compositivo. Los problemas estéticos de estas tres prácticas, y los
dilemas vitales de quienes las ejercen, constituyen el asunto de «Formas
frágiles». La vida de un hombre no alcanza para explicar su música, pero
en algunas músicas puede cifrarse una vida. Es lo que ocurre con los
nombres propios de este libro, que abarcan un arco que va desde el
barroco y el romanticismo hasta el jazz y la llamada música
contemporánea. La política, la voluntad mística, el éxtasis, la amnesia,
la reclusión y la inminencia de la muerte son algunas de las pasiones
que agitan las vidas de John Cage, Johann Sebastian Bach, Lennie
Tristano, Franz Schubert, John Coltrane, Karlheinz Stockhausen,
Cornelius Cardew y Anthony Braxton. Todos ellos coinciden en la
incertidumbre de una obra, en la fragilidad de una forma en la que se
inscribe una biografía.