El valle del Loira conjuga como ningún otro lugar esplendor, estilo y gastronomía. Enclavada en la frontera entre el norte y el sur de Francia, a un corto trayecto en tren o por carretera desde París, la región gozó en su día de gran importancia estratégica. Reyes, reinas, duques y nobles mandaron construir en ella castillos feudales y, posteriormente, suntuosos palacios recreativos, de ahí que este fértil valle fluvial esté jalonado de cientos de opulentas fincas aristocráticas. Con almenas, altas cúpulas y deslumbrantes salones de banquetes, los châteaux de la región, y los pueblos y viñedos que los circundan, acreditan los más de 1000 años de riqueza cultural y creatividad artística allí presentes. El valle del Loira es también conocido por sus magistrales vinos (tintos, blancos, rosados y espumosos) y por sus animadas y sofisticadas urbes, entre ellas Orleans, Blois, Tours y Angers, motivos adicionales por los que la región es Patrimonio Mundial por la Unesco.
• Château de Chambord: Subir a la azotea almenada del castillo más emblemático delLoira.
• Château de Chenonceau: Admirar sus elegantes arcos y extraordinarias muestras de arte.
• Saumur: Maravillarse con la cocina, los vinos locales y el virtuosismo ecuestre.
• Mapas.
• Transporte.
Incluye: Orleans, Blois, Tours, Chenonceaux, Amboise, Villandry, Azay-le-Rideau, Saumur, Angers.