La profecía lo anunció: llegará una Reina de la Sangre para destruir el mundo, y una Reina del Sol para reconstruirlo. No se sabe cuándo, no se sabe quién. Pero sucederá.
En dos épocas diferentes y reinos separados, las vidas de Rielle y Eliana están vinculadas por lazos aún más poderosos que la magia. Una de ellas es la Reina de la Sangre; la otra, la Reina del Sol: ambas están destinadas a unir el cielo y la tierra, las almas celestiales y los humanos.
Pero el camino que tendrán que transitar es duro, repleto de sacrificios y de pruebas inclementes para estas reinas que, al fin y al cabo, son dos chicas tan valientes como vulnerables en cuyos hombros el Destino eligió cargar el peso del Universo.