Mediante el diestro empleo de los instrumentos y las concepciones de la antropología más actual, la autora analiza un asunto de primera importancia: el carácter, genético o no, de la cultura y el comportamiento de los seres humanos. Basándose en criterios antropológicos, McKinnon plantea que la genética, en la que se apoya una concepción utilitaria de la psicología evolutiva, no explica satisfactoriamente las conductas y la creación de cultura, sino que es necesario someter a la crítica los mitos de la naturaleza humana que han fabricado los psicólogos de aquella corriente con el apoyo de valores económicos neoliberales y de ideas etnocentristas de sexo, género, parentesco y relaciones sociales. Entre otras obras, sobre el tema el FCE ha publicado Antropología social, de Godfrey Lienhardt.