Un libro vibrante y necesario, un testimonio de la pasión a uno y otro lado de la red.
Tanto como el rescate de personajes y episodios memorables, las historias que cruzan estas páginas son un reflejo del modo en que los chilenos han vivido el tenis en diferentes épocas. Acá está Anita Lizana desmayándose de cansancio tras su victoria en Estados Unidos en 1937, y la expectación que causó la presencia, por primera vez en Chile, del trofeo de Copa Davis en 1976. Están las peripecias menos conocidas, pero más decidoras, de Fernando González, Nicolás Massú y Marcelo Ríos, y también los chascarros protagonizados por la llamada "Familia del Tenis" dentro y fuera de la cancha. Desde la trastienda del centelleante relato de Fernando Solabarrieta en Atenas, hasta las aventuras del ineludible Yogurt de Mora y las vivencias de un destacado grupo de especialistas invitados (Benjamín Benzaquén, Leopoldo Iturra, Sergio Ried y Juan Pablo Salas), estas crónicas son lectura obligada para los verdaderos amantes del tenis.