«Si las bombas hubieran reducido a ruinas gran parte de tu ciudad… Si el apartamento en donde vives tú y tu familia tuviera las paredes agujereadas por las balas, todas las ventanas reventadas, los corredores y pasillos desbaratados… Imagina que se acerca el verano y no hay electricidad, sólo funciona la cocina.
Tu madre tiene bronquitis y una infección de riñón. Tu hermano mayor ha perdido tres dedos de la mano izquierda debido a la explosión de una mina y, en contra de la voluntad de tus padres, se ha unido a las autodefensas. A tu hermana menor le dispararon y ahora yace, con la cabeza llena de esquirlas de metralleta, en un hospital en el que apenas hay instrumental médico. Tus abuelos paternos murieron al explotar una bomba que cayó en el ancianato donde vivían.»