Desde mediados de la década del cincuenta y principios de los años setenta, Elsa Hochhäusler de Sagasti escribió cientos de columnas y artículos que fueron publicados en la revista Caretas y en los diarios La Prensa y El Comercio.
Escritos con un estilo sencillo y una prosa elegante y expresiva, estos textos breves dan cuenta del universo interno de una mujer de gran lucidez y amplitud mental. A través de escenas cotidianas, estampas costumbristas y reflexiones de alcance universal, Elsa nos invita a ver y a experimentar el mundo como ella misma lo hacía: desde el juego, el asombro y la gratitud, pero también desde una perspectiva crítica capaz de cuestionar aquello que se nos impone injustamente. El lugar designado a la mujer, las desigualdades sociales, la doble moral, la pacatería irreflexiva, son criticados con valentía pero a la vez con optimismo. Es una voz conciliadora y equilibrada de una mujer que sabe apreciar la belleza donde quiera que la encuentre.