Diego Gualda consigue una crónica aguda, sentimental, profundamente
urbana y cargada de historias que parecen descabelladas pero no lo son,
¡porque divorciarse es una locura!
Conozcan a Esteban Q: un arquetípico varón porteño, de esos que son
domados hasta que un día dejan de serlo. Un hombre con tres hijos
difíciles, un amigo atorrante, una mucama chismosa, un abogado
excéntrico, una mascota imposible, una serie enfermiza de amores
fugaces, una cruzada por encontrar a la mujer de sus sueños y, sobre
todas las cosas, una ex a la que todo el tiempo tiene que repetirle lo
mismo:¡Hablalo con mi abogado!
El héroe de esta novela comienza sus aventuras a partir de un breve pero
definitorio momento de lucidez, ese en el que se anima a preguntarse: "¿
Qué hago yo casado con esta loca?". Así es como deja atrás su etapa con
Valeria, la madre de sus hijos, y tras años de matrimonio regresa a un
territorio que creía perdido para siempre: la vida de soltero.
Nacida como "bloggonovela", la historia de Esteban Q encontró
rápidamente su destino de papel dentro de las filas de la literatura de
género, o al menos del género menos pensado: juega con la grafía, los
dilemas, los recursos y el encanto de un chick lit, pero desde las
manos, la pelvis, el corazón y la idea fija de un muchacho argentino,
treintañero, golpeado y pasado de rosca a la vez, y parado en el lugar
exacto en el que hay una vida atrás y otra por delante.
Mezcla el tono de la más noble comedia romántica con un desvergonzado
humor de vestuario, metiendo en la coctelera cretinismo y emoción,
ternura y sarcasmo, Facebook y Viaje a las estrellas, centro y barrio,
lucidez y ebriedad, tecno y Beatles y muchas otras deliciosas
discordancias.