Un análisis veraz y a la vez esperanzador también para quienes les ha llegado el instante de la partida, y para aquellos que permanecen y tienen la necesidad de manejar su dolor y la ausencia.
Hoy te propongo quitarte un gran peso de encima.
El final de nuestros días nos produce incertidumbre, miedo, ansiedad. Por eso preferimos ignorarlo, hacer de cuenta que no llegará ese momento, centrarnos en el hoy sin mirar nuestra vida en perspectiva.
Incluso nos cuesta pronunciar la palabra " muerte ".
Sin embargo, sabemos " en el fondo " que está allí, aguardándonos a nosotros y a quienes nos rodean.
Ignorarla no alterará el devenir. En cambio, hablar de ella, pensarla y familiarizarse con la muerte, como una etapa más de nuestra existencia, nos sentará bien porque el primer resultado es que veremos la vida en su justo valor.
En cualquier etapa en que te encuentres, es sano abordar nuestro pasaje a la eternidad para aprender a disfrutar de la vida en todo su esplendor durante cada una de sus estaciones y a envejecer con la dignidad que merecemos.
Prepárate, aparta el tabú y te sentirás mejor.