El 2 de marzo de 1923, el representante de la bohemia española Alfonso Vidal y Planas ponía fin a la vida del periodista y prolífico escritor Luis Antón del Olmet. El despecho literario y amatorio y las rencillas profesionales corrían detrás de un crimen que acababa con la estrecha relación de ambos escritores. Quiso paradójicamente este asesinato que la exitosa carrera de Antón del Olmet viera olvidarse. Desde entonces, pocos han sido los que se han acercado al examen de su figura, y menos, los que han apostado por la reedición de sus obras. Sin embargo, nada parece más injusto. Y así lo viene a dictar el volumen aquí presentado, soberbia compilación de relatos breves aparecida en 1913, en el que un modernísimo Olmet grita al mundo todo su desparpajo y genio literarios. Un Olmet de pluma ágil y verbo feraz, capaz de escuchar y prestar voz a los humildes, a la canalla, de cautivar al lector con la profunda humanidad y el desprejuicio de sus relatos, de arrebatarlo con sus pasiones. Un Olmet capaz incluso de prefigurar, en desternillante clave española, el inolvidable Mundo Feliz de Huxley.