"La Copa, la Copa, se mira y no se toca." Ese viejo cantito parece anticuado de tan cándido, de tan inofensivo. Viene desde tiempos lejanos en los que los partidos de la Libertadores se seguían por los diarios, por las radios, por fantasmagóricas pantallas de televisión en blanco y negro. Y sin embargo, más allá de su inocencia, el cantito traduce un sentimiento genuino que todos los hinchas sienten. Esa Copa la quiero para mí. La quiero siempre. A lo largo de los años, por suerte, fueron muchos los clubes que la tocaron, la levantaron y la tuvieron en sus vitrinas. Y antes de eso, la soñaron en todas las formas posibles en que un futbolero puede soñar un sueño. Ganarla una vez. O repetir la hazaña. O arrebatarla al último campeón. O sacarse el entripado de una deuda añosa. Tantos sueños como clubes. Tantos sueños como hinchas. Eso es la Copa Libertadores. Jugarla es, de por sí, hacer historia. Y Luciano Wernicke nos ofrece en este libro un entramado paciente e interesantísimo de historias enormes, minúsculas, ignotas, célebres, posibles e inverosímiles. Porque así es la Copa. Permítaseme sentir que sé de qué se trata, siendo hincha de un club que ha sabido sostener profundos romances con ella. Lo invito, nomás, a mirar y tocar este libro. Y sobre todo a leerlo. Mientras cada cual sigue con su sueño." Eduardo Sacheri