La educación, en todos sus ámbitos y en todos los sistemas educ ativos, está abocada a cambios obligatorios, necesarios, exógenos y end ógenos. Está sometida a un vaivén incesante de transformaciones: cambia la tecnología, cambian los actores, cambian las demandas, cambian las circunstancias... Pero precisamente es la innovación la que puede introducir sentido, racionalidad y coherencia a estos cambios. Son los cambios innovadores los que aportan auténticas novedades y los que resultan positivos. Aprender a innovar y hacerlo de un modo sistemático se ha convertido en una asignatura obligatoria de todos los actores que participan en la educación. Sin innovación no habrá educación eficaz, ni contextos educativos estables. En consecuencia, la innovación debería estar presente en la práctica diaria de los educadores y de los gestores del sistema educativo. Debería formar parte de su cultura propia. Además, este manual aborda lo tecnológico desde unaparticular visión de la educomunicación: aprender «con», «en» y «desde» los medios y las tecnologías. Siempre, desde un uso y una «mirada» críticas. Por ello, las herramientas ceden protagonismo a las personas. El docente se consolida como un actor decisivo del proceso educativo. A él le corresponderá justamente el complejo y a la vez fascinante hito de innovar con la ayuda (nunca la amenaza) de los instrumentos. En resumen: construir los «caminos».