Esta obra se propone recuperar la memoria y el protagonismo de las mujeres que estuvieron al lado de Ignacio de Loyola desde que diera sus primeros pasos en tierras guipuzcoanas; las que lo acogieron en sus casas y le proporcionaron manutención y afecto en Manresa y Barcelona; las que participaron en los conventículos que creó en Alcalá y Salamanca; las mujeres que le entregaron elevadas cantidades de dinero para que realizara sus estudios
en París; las que lideraron los proyectos asistenciales
ignacianos en Roma, y otras formas de participación.