Por las Midlands se suele pasar de camino a algún otro sitio más elogioso. El lugar rebosa bucólicos paisajes verdes, casas solariegas, tesoros arqueológicos, sitios monásticos, vistas de lagos y ciudades aletargadas en las que a los lugareños les encanta recibir visitantes. Perderse por las serpenteantes carreteras secundarias de estos seis condados es todo un placer, con la posibilidad casi garantizada de tropezarse con una tienda, un pub, un taller mecánico o una oficina de correos que apenas ha cambiado con las décadas, y la escasez de autocares turísticos y de puestos de recuerdos. Dominadas por el río Shannon, que discurre entre sus campos y bosques, las Midlands atraen a muchos aficionados a la navegación y a la pesca. A orillas del río han surgido hoteles de lujo y restaurantes gastronómicos, lo que hace que viajar junto a él se convierta en una experiencia pintoresca y sorprendentemente cosmopolita. Si se busca auténtica vida rural irlandesa, esta es la mejor zona.
• Reducir una marcha y descubrir paisajes ondulantes en la Vía fluvial Shannon-Erne.
• Contemplar Clonmacnoise, la tierra perdida de santos y eruditos en el sitio monástico más bonito de Irlanda.
• Dar un paseo junto al lago en Rindoon, un pueblo medieval abandonado.
Incluye: Condado de Leitrim, Carrick-on-Shannon, Condado de Roscommon, Ciudad de Roscommon, Condado de Longford, Condado de Westmeath, Condado de Offaly, Clonmacnoise y Condado de Laois.