Playas negras que se extienden ante el Atlántico, géiseres que estallan en campos geotérmicos y cascadas que se precipitan entre escarpaduras mientras inquietantes volcanes y deslumbrantes campos de hielo perfilan el horizonte interior. El suroeste reúne una gran parte de las legendarias maravillas naturales de Islandia, por lo cual es una zona bastante concurrida y cada vez más desarrollada. El Círculo Dorado (una ruta turística que comprende los puntos de interés Þingvellir, Geysir y Gullfoss) es el más visitado después de Reikiavik, pero fuera de las horas punta o adentrándose en la naturaleza hay rutas de senderismo tranquilas y paisajes de otro mundo. Cuanto más lejos, más bonito. Lugares predilectos entre los turistas, como la Laguna Azul y la fosa tectónica o el antiguo Parlamento de Þingvellir, están cerca de la capital. Frente a la costa se extiende el archipiélago de Vestmannaeyjar (islas Vestman). En el extremo más remoto de la región se hallan los volcanes activos Hekla y Eyjafjallajökull, Skógar y Vík y los valles ocultos de Þórsmörk y Landmannalaugar.
• Caminar entre las placas tectónicas y por el histórico antiguo parlamento en el Parque Nacional de Þingvellir.
• Maravillarse ante las columnas negras basálticas, los farallones y los cerros rocosos cerca de la animada Vík, en Reynisfjara.
• Acampar en Þórsmörk, un frondoso enclave rodeado de glaciares.
Incluye: Laguna Azul, Círculo Dorado, Þingvellir, Laugarvatn, Geysir, Gullfoss, Hveragerði, Stokkseyri, Selfoss, Skógar, Landmannalaugar, Ruta Laugavegurinn, Þórsmörk y Vík.