Los fiordos del oeste es la región donde los espectaculares paisajes de Islandia alcanzan su clímax y el turismo de masas desaparece; solo el 10% de los viajeros visita esta región. Acantilados llenos de aves y amplias playas bordean el sur. Bacheados caminos de tierra serpentean hacia el norte por impresionantes fiordos costeros y a través de montañas pasando por aldeas pesqueras con un estilo de vida tradicional. En el lejano norte, la Reserva Natural de Hornstrandir corona la tranquila región y cuenta con caminos señalizados con hitos de piedras que permiten contemplar aves, zorros árticos y vistas del océano. La costa de Strandir, con un aire místico, manantiales geotermales y minúsculas aldeas, es aún menos visitada. Las carreteras sin asfaltar que bordean los fiordos y cruzan pasos de montaña bacheados ralentizan el trayecto, pero el paisaje siempre resulta arrebatador. Cuando se acostumbre, el viajero no querrá marcharse.
• Explorar la playa etérea y rosada y la laguna azul celeste de Rauðasandur.
• Recorrer los acantilados y avistar zorros árticos en la Reserva Natural de Hornstrandir.
• Dejarse salpicar por el agua mientras se suben las cascadas de Dynjandi.
Incluye: Península de Látrabjarg, Patreksfjörður, Tálknafjörður, Bíldudalur, Þingeyri, Dýrafjörður, Ísafjörður, Bolungarvík, Ísafjarðardjúp, Hornstrandir y Costa de Strandir.