Años noventa. El muro de Berlín ha caído y el mundo está preparado para abrir capítulo. Pero en Italia, el asesinato del juez Falcone inicia una época marcada por los estragos de la mafia.
Otoño de 1992, año negro y convulso en una Italia sobrecogida por los homicidios de los jueces Falcone y Borsellino, y en el que Cosa Nostra se ha alzado en armas.
Ha caído el Muro de Berlín y el panorama político está agitado tras la revolución de Mani pulite: se debe ocupar el vacío de poder que ha dejado el viejo sistema de partidos y no se puede perder tiempo. Varios antihéroes y sus miscrohistorias se entrecruzan en la escena de este drama colectivo. Allí están los asesinatos de “u zu” Cosimo, el mafioso cínico, sin prejuicios y paciente que deambula por una Sicilia espectral; y Nicola Scialoja, que desempeña el papel de bisagra secreta entre Estado y crimen organizado.
Con él trabajan el carabinero Camporesi y la fascinante Patricia, que juega a la dualidad y tiene una relación con Stalin Rossetti, quien a su vez estrecha lazos con Angelino Lo Mastro, un capo siciliano en ascenso.