Ammán es relativamente joven respecto a otras ciudades de Oriente Próximo. Y aunque no atesore el impresionante tapiz arquitectónico de otras capitales de la región, vale la pena dedicarle algo de tiempo. Al pie de las numerosas colinas de la ciudad y dominado por la magistral Ciudadela, alberga ruinas romanas espectaculares, un museo de nivel internacional y el bullicio de las mezquitas, zocos y cafés, tan esencial en la vida jordana. La parte occidental de Ammán acoge barrios residenciales, cafés, bares, centros comerciales modernos y galerías de arte; y en la Ammán oriental, más sencilla, es fácil sentir el pulso más tradicional de la capital.
• Admirar las antiguas ruinas de la Ciudadela con vistas panorámicas a Ammán.
• Maravillarse ante la precisión ingeniera del Teatro Romano, el monumento antiguo más espectacular.
• Descubrir la historia de la antigua Jordania en el Museo de Jordania, con una colección de talla mundial.
Incluye: Wadi as-Ser e Iraq al-Amir y Cueva de los Siete Durmientes.