Los Juegos Florales es un concurso de poesía muy conocido en Chile, y bajo este título encontramos la primera novela del guionista y narrador Vladimir Rivera. Una narración que rompe el molde criollista que se le dio al espacio y el habla de provincia e instala la duda sobre si esta historia
no podría ocurrir en otra parte.
Presencias tan chilenas y universales como la competencia y el arribismo asoman en un grupo de jóvenes parralinos que ven cómo se desdibuja todo lo que habían creído sobre el mundo entre letras de canciones y neoprén. Nombres y rostros que se evaporan como el vapor del té que espera al volver a casa.