Alguien que en su juventud, mientras el resto de adolescentes se entretenía en juegos propios de su edad, fue capaz de sortear todos los cortafuegos y acceder al sistema informático de la Bolsa de Dublín, sólo tiene dos caminos: la delincuencia o trabajar en una empresa de seguridad informática. El mismo experto que la descubrió, Dillon Fitzroy, fue quien años más tarde fundó Lubra Security y contrató a Harry Martínez para que se infiltrara en los sistemas de seguridad de las empresas y descubriera posibles errores en sus sistemas informáticos. Para Harry, la mentira, el disfraz y el engaño son herramientas tan importantes como los programas decodificadores de contraseñas que con tanta soltura maneja. Uno de sus trabajos la llevará a la firma donde trabajó su padre, un banquero de inversión que lleva ocho años en la cárcel acusado de abuso de información privilegiada. La visita traerá a Harry malos recuerdos. Su padre ganó millones en la Bolsa gracias a numerosas operaciones fraudulentas, entre ellas la Operación Sorohan, que reportó a la banda dirigida por un tipo conocido como El Profeta doce millones de euros… que jamás salieron a la luz. El Profeta está convencido de que Harry sabe dónde está el dinero y quiere recuperarlo a toda costa. Pero ¿dónde ocultó su padre tal fortuna? Harry se lanzará a investigar la organización para la que trabajaba su padre con el fin de descubrir la identidad del enigmático sujeto que ha puesto precio a su vida