María Juliana Awada, la más sensual y glamorosa de las primeras damas de nuestro país, guarda secretos que se desconocían hasta hoy.
Es la chica de Villa Ballester que, a pesar del origen humilde de su familia, llegó a ser la esposa de un empresario millonario y presidente de la Argentina. Es la ex amiga de Zulemita Menem y la adolescente por la que un hombre abandonó sin más a una sobrina del caudillo riojano. Es la que llamaba «marido» a un supuesto conde belga que en realidad no es conde ni se casó con ella. Es la que sedujo a Macri en un gimnasio de Barrio Parque y empezó la relación con él antes de lo que se sabe. Es la que, para alegría de los consultores del Pro, convirtió a Mauricio en un candidato enamorado y a su hija Antonia en un factor de campaña. Es la que fue acusada una y otra vez de trabajar con talleres clandestinos relacionados con las empresas textiles de su familia, y la que consiguió que los funcionarios del Pro desestimaran esas denuncias. Es la que se bautizó a los 40 años y oscila entre el papa Francisco y el polémico maestro indio Sri Sri Ravi Shankar. Es la que planificó el famoso beso del debate presidencial que le valió el empujón final a Macri antes de las elecciones. Y la que lo convenció de nombrar como vicepresidenta a su amiga Gabriela Michetti; es a la que temen los funcionarios de su marido, que la apodaron «la Turca». Es la que comparte el poder y la cama con el jefe. Y la que fue definida por su propio hermano, el actor Alejandro Awada, como una trepadora.
Juliana es una biografía no autorizada que a la vez se puede leer como urgente retrato de época de este nuevo ciclo político.
Franco Lindner, editor de la revista Noticias, logra un relato atrapante y documentado sobre quien desde la trastienda, se transformó en la mujer más influyente y enigmática del país.