En 1631, Sara de Vos se convierte en la primera mujer que es admitida como maestra pintora del Gremio de San Lucas, en Holanda. Tres siglos más tarde, A la orilla de un bosque, la escena invernal de una muchacha que mira a unos patinadores al atardecer, y el único trabajo de Sara que ha sobrevivido, cuelga en la pared del dormitorio de una pareja que vive en Manhattan. Mientras tanto, Ellie, una estudiante australiana de historia del arte que lucha por mantenerse a flote en Nueva York, realiza una falsificación del paisaje para un marchante de arte con mala fama. Medio siglo después, Ellie, ahora comisaria de arte en Sídney, organiza una exposición de mujeres pintoras del siglo de oro holandés. Ambas versiones de A la orilla de un bosque, la original y la falsificada, están de camino a su museo y amenazan con arruinar su reputación.