«Evelyn había perdido los cimientos de su hogar por culpa de Harry Nightfall. Ahora que sus títulos eran cenizas entre sus manos la única opción que tenía para sobrevivir era aprovecharse de aquel dolido soldado que acababa de regresar a casa»
Evelyn Murray lo había perdido absolutamente todo.
Abandonó el hogar en el que vivió parte de su adolescencia como si se tratara de una vil asesina. Su padre se había marchado del país para no hacer frente a unos pagos desorbitantes y su hermano mayor estaba entre rejas.
Gracias a la caridad de los hermanos Redfield podía contar con un techo que la protegiera del mundo, pero no estaba conforme con esconderse como una niña asustada.
Debía actuar. Hacer frente a Harry Nightfall y ayudar a Jeremy a escapar de aquellos barrotes.
Y la única solución para su problema era casarse con un soldado abandonado por su familia y roto tras la batalla.
Mason Hunt jamás ha dudado en dar la vida por su país. Marchó a la batalla amando a su patria y volvía a casa con unas secuelas de las que le costaría recuperarse.
Si lady Murray consideraba que sería fácil arrebatarle su dinero, le haría entender que en aquel juego de seducción en el que intentaba atraparle, no estaba dispuesto a perder.
Así que, por más que a Evelyn Murray cada noche le pareciera su objetivo algo demasiado fácil, no contaba con que Mason Hunt estaba preparado con su mejor armadura para cualquier asalto. Incluso si este se libraba entre sus sábanas.