Una obra audaz que ahonda en una de las principales preocupaciones estéticas de Herbert: poner en entredicho las fronteras entre los géneros literarios.
Por el autor de Canción de tumba (Debolsillo, 2014) ganadora del Premio Jaén de Novela 2011 y el Premio de Novela Elena Poniatowska 2012.
La historia perdida de los 303 chinos masacrados en Torreón durante la Revolución. Julián Herbert narra con gran maestría este hecho olvidado.
A principios del siglo XX, con el mito de modernidad y progreso en el centro del discurso porfirista, un hecho cimbró la historia de México: entre el 13 y el 15 de mayo de 1911, alrededor de 300 chinos -cerca de la mitad de la colonia cantonesa de La Laguna- fueron masacrados por tropas revolucionarias y ciudadanos de Torreón. Se trata de la más grande matanza de chinos en América, un exterminio cargado de falso remordimiento y sinofobia ejemplar. Más de un siglo después, sigue siendo equívoco y escaso el reconocimiento de los hechos en los anales de la historia nacional y regional.
Con ánimo de desahogo e intentar ver los hechos a contraluz de la violencia contemporánea, Julián Herbert ofrece al lector un potente relato que supera la sola descripción de la calamidad. A través de un ojo literario, charlas con taxistas e historiadores, los viajes del autor al escenario del suceso y a los archivos que resguardan testimonios al respecto, La casa del dolor ajeno es una obra audaz que ahonda en una de las principales preocupaciones estéticas de Herbert: poner en entredicho las fronteras entre los géneros literarios.
Obra mestiza que bebe lo mismo de la narrativa que del reportaje, la crónica gonzo, el ensayo y la academia, esta versión del "pequeño genocidio" es, más que una búsqueda de la verdad histórica, un intento por restituir dignidad a un grupo de migrantes.