Este libro examina por qué y cómo la clase media—en tanto idea, práctica colectiva, experiencia subjetiva e identidad social—llegó a ser criterio principal de lo que significaba vivir en sociedades democráticas durante la segunda mitad del siglo XX. El texto explora el alcance decisivo que, en la formación de la clase medias, tuvieron la extraordinaria expansión del poder de los Estados Unidos, la consolidación de posturas políticas radicales, el crecimiento del sector de servicios, la reconfiguración del estado nación en Colombia, y la reorganización del catolicismo colombiano después de la segunda guerra mundial. Sigue las luchas de algunos actores sociales—profesionales, oficinistas y pequeños industriales—por encontrar un lugar en una sociedad transnacional cambiante; se muestra que sus diversos y contradictorios proyectos democráticos mantuvieron rígidas fronteras de clase. Por ultimo, se cuestiona el proceso histórico que lleva a pensar que una sociedad de clase media es "más democrática" que una dividida en dos clases sociales —ricos y pobres, subalternos y élites— para así ofrecer una historia crítica de lo que significa vivir en "democracias liberales" en donde las clases medias aparecen como el sujeto político incuestionable de tales democracias.