Después de sentirse solo durante largo tiempo y luego de mucho pensar, un niño decide hacer una petición a sus padres. Pasa enero, febrero, marzo, abril… y siempre recibe la misma respuesta en todas las formas posibles. Mientras se enfoca e insiste en conseguir su propósito, el personaje experimenta una serie de emociones y sentimientos al mismo tiempo que percibe y analiza los de sus evasivos interlocutores. Así, cuando la esperanza de ver su deseo realizado está a punto de disolverse su vida cambia.