Cuando Erick está preparando la mejor fiesta del año -una respetuosa pero creativa mezcla de Halloween y Día de Muertos-, sufre un accidente que lo transforma: ahora puede ver las almas. No parece la gran cosa hasta que el abuelo sufre el colapso que lo envía al hospital. Entonces Erick, como si fuera el mismísimo Dr. Frankenstein, hará hasta lo imposible por ir contra el ciclo de la naturaleza.