La hija perfecta no se va a estudiar lejos de su ciudad. Ni siquiera debe pensar en dejar la casa de sus padres si no se ha casado. Debe ayudar a su madre y aprender a cocinar.
Julia es justamente la hija que sus padres no soñaron. Olga sí lo fue, pero ya no está.
Un accidente acabó con la vida de su hermana mayor y ahora Julia tiene que reacomodar los pedazos que quedan de su familia. Todos están tan ocupados con su duelo que nadie se da cuenta de que ella está completamente rota. El dolor incrementa cuando su madre parece encontrar consuelo señalándole todo lo que ha hecho mal y cómo nunca logrará ser tan perfecta como Olga.
Un inesperado suceso hará sospechar a Julia que su hermana no era lo que todos imaginaban y, con la ayuda de su mejor amiga y de su novio, intentará descifrar los misterios que rodeaban su vida.
Mientras otros secretos de Olga se revelan, Julia comprueba que para ser feliz no necesita ser quien todos esperan que sea, sino permanecer fiel a sí misma para convertirse en su mejor versión.