Mejor Estafétalo. Detrás de este exitoso eslogan que quedó en la memoria de México, está la historia de una empresa nacional que ha logrado encarar la competencia de grandes emporios internacionales. Cuando alguien coloca un paquete o documento en las oficinas de Estafeta para su entrega, no sólo pone en movimiento un objeto, sino también una industria que ha estado fuertemente ligada al crecimiento del país y que conecta a las personas a través de la distancia.
En 1979 pocos apostarían por la continuidad de un negocio fundado por un inmigrante alemán con tan sólo dos empleados y menos de cien envíos; una compañía que iniciaba sus operaciones en medio de la crisis del llamado “desarrollo estabilizador”. Sin embargo, con disciplina e imaginación, Gerd Grimm logró transformar ese humilde inicio en una empresa con más de 6 000 empleados, 2 500 rutas de entrega, y una línea aérea con seis aviones propios.
Oscar Howell-Fernández nos lleva por los pasillos de una compañía mexicana que ha estado a la vanguardia, incluso estableciendo parámetros internacionales, y nos adentra en la historia de un hombre excepcional, que a pesar de vivir las calamidades de la Segunda Guerra Mundial y los vaivenes económicos de México, siempre mantuvo la fe en su país adoptivo y en los hombres y mujeres que lo pueblan.