Martín Chirino se consideraba "un estoico apasionado", convencido de que "sin pasión no hay vida", y "un solitario errante y cosmopolita", con el exclusivo límite al nomadismo perpetuo -Canarias, Nueva York, París, Madrid...- del taller, ubicuo y casi portátil, que "es, tal vez, mi único y verdadero hogar". Martín Chirino. La memoria esculpida. Conversaciones con Antonio Puente es la biografía artística e intelectual, y sobre todo humana, de uno de los artistas españoles contemporáneos con mayor proyección internacional. Por espacio de tres años, se sucedieron las conversaciones entre el escultor Martín Chirino y el escritor y periodista Antonio Puente, tanto en su residencia canaria como en su casa madrileña de Morata de Tajuña. Desde el privilegio de la lúcida longevidad, Chirino desgrana aquí la evolución de su pensamiento sobre la vida en general y el arte en particular; un valioso testimonio cruzado que, a partir de su origen insular, tan determinante en su obra, se extiende a tres continentes: África, clave en la primera etapa de su formación; América, donde residió -a orillas del río Hudson, en Nueva York-, y Europa, de cuyas vanguardias bebió para erigirse en aventajado representante del grupo El Paso, "un oasis de informalismo en el páramo de la posguerra española". A modo de legado, aseveró: "Yo soy el hombre que, gracias a su obra, está hecho de una sola pieza. Pero también lleno de dudas".