Isabel y Antonio acordaron reunirse a jugar en las faldas de la montaña, pero, aunque ambos van a la cita, no logran encontrarse. Buscándose y llamándose, escalan la montaña mientras el día transcurre entre ovejas, vacas, truchas, osos, tortugas y otros animales. Al llegar a la cima, los amigos entienden finalmente el porqué del desencuentro.