En el orfanato no se salva nadie. El señor Papis ejerce una tiranía completa, lo mismo sobre el empleado de más alto rango que sobre el más pequeño de los huérfanos. ¿Por qué? Daniel, uno de los desafortunados habitantes del hospicio, sospecha que la desaparición de Julio tiene algo que ver. Gracias a unos misteriosos reptiles, Daniel y sus amigos descubrirán la red criminal mal disfrazada que el señor Papis y sus secuaces habían tejido alrededor de los niños que supuestamente ayudaban.