Cuando a Colombia le tocó enfrentarse a finales de los años ochenta y principios de los noventa con el jardín de senderos que se bifurcan, ¿qué camino decidió escoger? ¿Qué personajes perversos fueron los artífices de esa realidad que se parecía más a la tenebrosa ficción de una mente delirante?
En una celda sin Google para desmentirlos, se encuentran dos presos provenientes de universos paralelos y opuestos. Uno de la Colombia real que superó cualquier ficción, y otro de una Colombia ficticia pero más probable desde la razón.