Segunda novela que el autor desarrolla en torno a la historia y los avatares humanos de Ciudad Real.
Han transcurrido seis siglos desde que se fundara una nueva villa en la llanura manchega, gracias a las prebendas que el Rey Sabio tuvo a bien conceder a los nuevos colonizadores.
La que llegara a ser una ciudad fortificada, colmada de un enorme patrimonio histórico, ahora agoniza por las decisiones de los gobernantes y el rigor de un tiempo ejecutor.
En este marco conviven los personajes de esta novela, condenados a ser víctimas de aquellas determinaciones que, además, hicieron más ricos a los que ya lo eran y condenaron a la indigencia a quienes poco tenían.