Alexander M. Bickel analiza la historia de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos. Relata un caso de segregación racial de un niño negro en una escuela de niños blancos que culminó con el establecimiento de la facultad de los tribunales para revisar los actos de los otros poderes del gobierno. Se presentan las principales discusiones que trajo consigo esta resolución, pasando por autores como James Bradley Thayer, Learned Hand, Herbert Wechsler, etc., así como la naturaleza de su instrumentación jurídica y política. La obra incita al cuestionamiento del poder que ejerce este órgano y de su legitimidad democrática para decidir los temas más controversiales de un Estado moderno, particularmente en materia de derechos civiles.