Luego de la decadencia del Ferrocarril de Antioquia, las estaciones y paraderos que sirvieron al tren han tenido que acomodarse a nuevas condiciones de vida. La ruta del tren dormido es una serie de quince crónicas de un viaje a lo largo de la línea férrea entre Puerto Berrío y Medellín, realizado entre enero y abril de 2007. Las crónicas presentan, además de las percepciones de la periodista viajera, el presente de cada escenario, remontándose a la historia del ferrocarril y al surgimiento de los poblados. ¿Cómo se vive en una estación de tren, cuando no hay tren?
Así comienza este relato: «Antes, al lugar para el que voy se podía llegar en tren. Diariamente salían de aquí, de Medellín, locomotoras con servicio de primera y segunda clase que en unas ocho horas atravesaban la región hasta dar con el río Magdalena, única vía, durante más de cien años, para llegar y salir del interior del país a la costa Caribe, para conectarse con el mundo. Mucho antes, durante el siglo XIX, en otras latitudes fueron inventadas unas máquinas que se movían sobre rieles y que podían unir poblados y ciudades».