Una hermosa fábula sobre el valor de las cosas inmateriales
¿Es que todos los reyes son caprichosos? El de este cuento sí. Tanto que ha ordenado atrapar un elefante, cazar todas las mariposas del reino y requisar los instrumentos musicales. Y ahora tiene un nuevo antojo: traer a su torre de tesoros la preciada sombra de un árbol milenario… ¿lo conseguirá?
Elena Hormiga reflexiona en este hermoso cuento sobre la inutilidad de la avaricia para recordarnos que a menudo el valor de las cosas está precisamente en lo inmaterial.