Cuando Valentina descubre los números, el mundo que la rodea adquiere un nuevo sentido: los pasos hasta su casa, las ventanas de los edificios, los segundos que marca el reloj. Así, la pequeña protagonista de este cuento descubrirá que los números pueden ser misteriosos, amables, incluso rebeldes. Una historia que acompañará a los lectores en sus observaciones y hallazgos, revelándonos que el mundo, mirado por un niño, es un lugar complejo y maravilloso a la vez.