Las memorias del artista plástico peruano que marcó el siglo XX.
"Soy pintor. Esas dos simples palabras han dado sentido a mi existencia. ¿Es eso lo que quiero contar? Tal vez sí, pero no se tratasolamente de mi vida. Sobre todo quiero dejar constancia de toda una época de gran transformación del arte y la cultura en el Perú que me tocó vivir y en la que he tenido la fortuna de participar. ¿Se explica la vida de una persona de forma aislada? Pienso que no.Yo soy más yo gracias a mis amigos y las personas que he amado, también con las que he discrepado, las que he perdido y hasta algunas que no llegué a conocer, como los artistas y escritores que he admirado y han dejado huella en mí. Esa es la historia quequierocontar, ese es el sentido de estas palabras." Así empieza el testimonio vital de un artista de 91 años que ha atravesado el sigloXX y sigue plenamente activo. Fernando de Szyszlo (Lima, 1925) es la figura más relevante del arte peruano desde que en los años cincuenta hizo la primera exposición de arte abstracto en su país natal. Pero el carácter independiente que lo caracteriza ha hecho deél, a su vez, un protagonista de la historia del arte latinoamericano y un intelectual comprometido con la defensa de sus ideas. Enestas páginas, escritas desde una memoria lúcida, aparecen anécdotas de artistas reconocidos, políticos como los Kennedy y los presidentes que ha tenido el Perú, su amistad con Mario Vargas Llosa o su matrimonio con la poeta Blanca Varela. En tono íntimo, hablatambién de sus ambiciones, fracasos, penas y amores. Son estas unas memorias llenas de vida, el autorretrato de un triunfador contratodo pronóstico, las palabras de un hombre libre. Reseñas: "Solo se puede guardar silencio y escuchar cuando Fernando de Szyszlo habla. Escuchar sus historias con sus grandes amigos, sus fantasmas, como los llama: Arguedas, Eielson, Sologuren, Westphalen, SalazarBondy. Cada uno tan grande como el otro. Escuchar como defiende a su admirado Mario Vargas Llosa mientras su mirada azul se posa, revolotea, por los rincones de esa casa suya que más parece un templo. Escuchar y ver cómo aún lo quiebra hablar de Lorenzo, su hijo que murió a los 35 años en un accidente aéreo en 1996. Y referirse a ella, a la poetisa Blanca Varela, su primer amor, el que locolmó en lo intelectual aunque quizá no en lo sentimental. Ahora sí, guardemos silencio". Revista Somos "Fernando de Szyszlo logróubicar, quizás por primera vez, al Perú en un debate internacional. Llegó a encarnar el paradigma de un arte latinoamericano quepodía pensarse en el marco modernista del discurso de un arte universal". Natalia Majluf. Directora del MALI "Soy pintor. Esas dos simples palabras han dado sentido a mi existencia. ¿Es eso lo que quiero contar? Tal vez sí, pero no se trata solamente de mi vida. Sobre todo quiero dejar constancia de toda una época de gran transformación del arte y la cultura en el Perú que me tocó vivir y en la que he tenido la fortuna de participar. ¿Se explica la vida de una persona de forma aislada? Pienso que no. Yo soy más yo gracias a mis amigos y las personas que he amado, también con las que he discrepado, las que he perdido y hasta algunas que no llegué a conocer,como los artistas y escritores que he admirado y han dejado huella en mí. Esa es la historia que quiero contar, ese es el sentido de estas palabras." Así empieza el testimonio vital de un artista de 91 años que ha atravesado el siglo XX y sigue plenamente activo. Fernando de Szyszlo (Lima, 1925) es la figura más relevante del arte peruano desde que en los años cincuenta hizo la primera exposición de arte abstracto en su país natal. Pero el carácter independiente que lo caracteriza ha hecho de él, a su vez, un protagonistade la historia del arte latinoamericano y un intelectual comprometido con la defensa de sus ideas. En estas páginas, escritas desde una memoria lúcida, aparecen anécdotas de artistas reconocidos, políticos como los Kennedy y los presidentes que ha tenido el Perú, su amistad con Mario Vargas Llosa o su matrimonio con la poeta Blanca Varela. En tono íntimo, habla también de sus ambiciones, fracasos, penas y amores. Son estas unas memorias llenas de vida, el autorretrato de un triunfador contra todo pronóstico, las palabras de un hombre libre. Reseñas: "Solo se puede guardar silencio y escuchar cuando Fernando de Szyszlo habla. Escuchar sus historias con sus grandes amigos, sus fantasmas, como los llama: Arguedas, Eielson, Sologuren, Westphalen, Salazar Bondy. Cadaunotan grande como el otro. Escuchar como defiende a su admirado Mario Vargas Llosa mientras su mirada azul se posa, revolotea, por los rincones de esa casa suya que más parece un templo. Escuchar y ver cómo aún lo quiebra hablar de Lorenzo, su hijo que murió a los35 años en un accidente aéreo en 1996. Y referirse a ella, a la poetisa Blanca Varela, su primer amor, el que lo colmó en lo intelectual aunque quizá no en lo sentimental. Ahora sí, guardemos silencio". Revista So