Una mirada desde el presente hacia los orígenes de las naciones
latinoamericanas cuando la crisis de la monarquía española y los cambios
producidos en el escenario mundial pusieron en evidencia las debilidades
del imperio americano (1800-1830).
El estudio se centra en las ciudades que lideraron el proceso de las
autonomías, Caracas, Buenos Aires, Bogotá y Santiago de Chile y en la
Insurgencia mexicana; destaca los rasgos comunes y los rasgos propios de
cada uno de estos procesos en los que se combinaron vigorosos intereses
económicos en ascenso, fuerzas espirituales y sectores sociales en
pugna, minorías y masas populares en busca de una vida mejor. Asimismo
los compara con lo ocurrido en Brasil, Haití y Cuba.
María Sáenz Quesada ofrece también una reflexión sobre los problemas que
enfrenta América Latina y que constituyen en buena medida las cuentas
pendientes de promesas que no se cumplieron en su momento y que hoy
pueden ser abordadas con los recursos que ofrece un mundo que se
encuentra, como en 1810, inmerso en una acelerada transformación.