UN IMPACTANTE TESTIMONIO REAL QUE SOBRECOGE EL CORAZÓN
«Lo perdido, perdido está. Sólo queda mirar hacia adelante y proteger lo que está por llegar.»
Lo dice Rebeca Khamlichi, quien refleja en este libro su infancia y la de su hermana en un entorno familiar hostil en el que el fanatismo religioso, el abandono y las adicciones conjuran un escenario repleto de fantasmas. Un escenario en el que inocencia y realidad se entremezclan y quedan reflejadas de una forma delicada, emotiva, digna de admiración y sumamente curativa.