Teresa muda de sexo y se convierte en hombre para librarse de las imposiciones sociales que sufre como mujer. Su marido se adapta a la situación y asume hiperbólicamente los roles asociados a las mujeres. Ingeniosa, irreverente y arriesgada, la obra cuestiona y desafía la moral de su época, al tiempo que llama a abrazar un futuro radicalmente nuevo, en el que los antiguos moldes se desechan para siempre.