A pesar de haber vivido mucho, no sabía que el amor se podía manifestar en nuestras vidas de muchas maneras, pero entendí que la unión de dos cuerpos no es necesaria, cuando ese amor logra unir las almas.
Solo cuando toqué fondo, comprendí que mi felicidad dependía únicamente de mí. Que para ser una fuente inagotable de amor, debía quererme por encima de todo, perdonando mis errores y saliendo de mi zona de confort.