Segundo volumen de la serie Historias de Terramar
Terramar es un mundo gobernado por la magia y, ante todo, por las palabras, pues cada cosa posee su nombre verdadero, el designado durante la Creación, que otorga a los hechiceros el dominio sobre los elementos y los animales. Sus gentes, sencillas y tranquilas, tienen como único objetivo conseguir paz y sabiduría.
Han pasado más de diez años desde que Ged se enfrentara a su propia sombra en Un mago de Terramar. Capaz ahora de actuar en beneficio de otros, decide recobrar la mitad perdida del anillo de Erreth-Akbé, guardado, se cuenta, en las Tumbas de Atuan.