«Estás al borde de una revelación. Una que explica la vida que has vivido. Tienes que terminar cada día como si fuera el último. Si no, será una vida sin sentido».
Aunque Lou es un hombre ya maduro, no pierde la esperanza de convertirse en padre. Lo que no imagina es que, al cumplir su deseo, se adentrará en una batalla dolorosa e inevitable contra el paso del tiempo y contra sí mismo. Sus torpes esfuerzos por cuidar a otros, su amargo divorcio, el anhelo incesante por las mujeres, los vicios sutiles y sus dilemas masculinos pondrán en jaque, siempre que sea posible, la relación que aspira a tener con su hija.
Con precisión e intensidad, Tim Keppel compone el retrato de un hombre sacudido por los desencantos del destino. Su honestidad es conmovedora y su humor es un alivio cuando la vida se revela golpe a golpe y las expectativas son desmentidas por la realidad.
La crítica ha dicho...
«Desde hace tiempos quería leer un libro como este, sobre la paternidad y otros dramas íntimos de los hombres». Pilar Quintana
Sobre el autor y su obra se ha dicho:
Alerta de terremoto
«La mirada de un extranjero enamorado del país, que nos ayuda a vernos mejor, en una serie de cuentos que revela a un maestro del género».Germán Patiño, El País
Cuestión de familia
«Fantástica. Esta novela, a manera de memoria, simple y llanamente conmueve, hace reír, y sin duda clava una espina en el corazón de quien ha perdido a su madre».Dominique Rodríguez,Cambio
«Está narrada con una sensibilidad emparentada con las mejores páginas de J. D. Salinger y Saul Bellow [...], su manera de adentrarse de forma creativa en los vericuetos del alma humana contiene la misma (alta) dosis de inteligencia emocional».El Tiempo
¿A dónde vas?
«Reúne relatos de la vida cotidiana con una extraordinaria economía, y hay un cruce interesante de fronteras geográficas y culturales».Juan Villoro, presidente del jurado del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana 2016
«Uno ha aprendido a aceptar que los estadounidenses metan las narices en todo... pero que también resulten ahora escribiendo los mejores cuentos colombianos es algo que pasa de castaño a oscuro».Julio César Londoño, El País