Richmond, Kew y Hampton Court representan el Londres desconocido para el viajero; hacen falta varios días para desentrañar los encantos de este delicioso barrio. La brillante metrópolis queda a años luz: aquí nace la agradable Inglaterra verde. Empiécese a primera hora de la mañana por los Kew Gardens, aunque se acabará dedicándoles todo el día. De lograr escapar, hay que ir al sur para holgazanear junto al río en la espectacular Richmond y subir a Instagram fotos de maravillosas vistas del río. En Richmond Park y Wimbledon Common se pueden dar montones de paseos. Hay varios hoteles excelentes donde alojarse y así proseguir con la exploración del palacio de Hampton Court, el ejemplo más sobresaliente de arquitectura Tudor del Reino Unido; los cazafantasmas querrán visitar este famoso palacio encantado. Aunque la oferta nocturna del barrio es bastante discreta, hay un conjunto de pubs junto al río que invitan a gozar de una perspectiva de la ciudad más lánguida al fundirse con una Inglaterra más bucólica. No hay que olvidarse de la cartera puesto que no escasean los buenos restaurantes.
• Buscar fantasmas en galerías y sótanos del majestuoso palacio de Hampton Court, y luego perderse en el laberinto.
• Aventurarse en las exuberantes zonas verdes y el follaje tropical de los Kew Gardens.
• Huir del Londres urbano para descubrir un remanso de naturaleza salvaje en el London Wetland Centre.
Incluye: Hampton Court, Kew Gardens, London Wetland Centre y Richmond Park, con consejos, los mejores restaurantes, los mejores bares y los mejores circuitos guiados.