Su abuelo, Thomas Braniff, hijo de un humilde tendero de Nueva York, emigró hacia San Francisco por la fiebre del oro, luego navegó hacia el sur hasta el estrecho de Magallanes, y terminó recalando en México, acompañando al emperador Maximiliano, primero, y al presidente Juárez después, en la aventura de implementar el proyecto ferroviario más ambicioso de este país, convirtiéndose así en uno de los hombres más ricos e influyentes de su tiempo. Favoritos durante el Porfiriato, los Braniff serán perseguidos posteriormente por Carranza y obligados a abandonar México, dejando atrás todo, incluyendo su fortuna. Guadalupe añora esa vida que perdió y sus recuerdos se entremezclan con los de sus abuelos en una extraordinaria novela, envolvente y fascinante, sobre una de las dinastías que marcaron una época.